lunes, septiembre 30

Olympiacos, campeón de la Conference League

José Luis Mendilibar Lo ha vuelto a hacer. El técnico vizcaíno, al frente del Olympiacos, se ha proclamado campeón de la Conference League para sumar su segunda corona europea consecutiva, después de la Liga Europa ganada al Sevilla la temporada pasada. Además, ha llevado al conjunto rojiblanco a su primer título continental, también el primero del fútbol griego en su historia. En la otra cara de la moneda, no hay consuelo para la Fiorentina tras caer por segundo año consecutivo en la final de esta competición.

Tras un comienzo vibrante, el miedo a perder se apoderó de los jugadores y limitó mucho el espectáculo. Después de 116 minutos, cuando el resultado de los penaltis parecía inevitable, apareció El Kaabiel máximo goleador de la competición, para desequilibrar la final.

Dice el cliché que las finales son partidos tácticos, reñidos e incluso aburridos para el aficionado. Olympiacos y Fiorentina no quisieron saber nada al respecto. Desde el inicio del partido, ambos equipos imprimieron al partido un ritmo altísimo y alternativas constantes.

Antes de que transcurrieran los cinco minutos, la jugada grabada de podencia Estaba a punto de alcanzar a los griegos. El portugués corrió desde la izquierda hacia el centro y remató con un gran disparo buscando el palo largo, pero Terracciano Dejó un tramo extraordinario. La respuesta italiana no se hizo esperar, pero Belotti no encontró el gol tras la corrida de Kouamé y el desequilibrio de Nico González.

un centro de Biraghi Tras un saque de esquina corto, lento pero con buena letra, acabó dentro de la portería de Helena, pero la posición adelantada de Milenkovic anuló cualquier posibilidad de gol.

La Fiorentina asumió su papel de favorita con mayor posesión en busca de controlar el ritmo del partido. Buenaventura Encontró la espalda de la defensa rojiblanca, pero un titubeante Tzolakis salió a tiempo de su portería para frustrar una gran oportunidad. Como no podía ser de otra manera, la respuesta casi inmediata llegó del Olympiacos, mediante un cabezazo de podencia que, afortunadamente para los toscanos, salió centrado, justo donde estaba Terracciano.

El vigor de los primeros instantes de la final se fue apagando con el paso de los minutos. Ni siquiera el descanso consiguió reavivar la vitalidad con la que ambos equipos saltaron al césped. Pero las fuerzas iban disminuyendo, lo que provocó que la consistencia defensiva disminuyera. Kouamé Se quedó desmarcado en el segundo palo tras una subida de Dodo, pero el disparo mordido del marfileño fue repelido por una palomita del portero italiano.

Pero los de Mendilibar, con un carácter inquebrantable como su técnico, no perdieron la cara en el partido pese al dominio italiano y estuvieron muy cerca de ver portería. Por dos faltas laterales a diez minutos del final, después de muchos minutos a merced de Fiore, los cabezazos de Iborra y El Kaabiperfectamente vigilado durante todo el partido por la defensa ‘viola’, se fue por centímetros.

El partido no empezó como una final, pero acabó como tal. Ninguno de los equipos parecía muy descontento con la idea de extender el juego por otros 30 minutos, por lo que la prórroga se hizo inevitable. Ya en la prórroga, jovetico Emuló a Podence en la primera ocasión con un disparo al palo contrario desde la izquierda, pero la respuesta de Terracciano Fue lo mismo, una excelente intervención para mantener limpia su portería.

La Fiorentina también tuvo su opción, pero ícono No logró contactar de la mejor manera el balón y su disparo con el tobillo fue repelido sin dificultad por Tzolakis. Cuando los penaltis parecían irremediables aparecieron los hasta entonces faltantes y bien marcados El Kaabi. La gran estrella de los griegos gracias a sus cinco goles en semifinales, cabeceó más con el alma que con el cuerpo un centro lateral de Hezze para adelantar al Olympiacos en el minuto 116 con su undécimo gol en los nueve partidos de la competición. El marroquí desequilibró una final de Conferencia empatada que no pasará a la historia por la lucidez de sus protagonistas. Si quieres, sin embargo, por MendilibarEl Olympiacos y el fútbol griego.