La empresa de inteligencia artificial de Elon Musk, xAI, anunció el domingo que ha recaudado 6.000 millones de dólares, ayudando a cerrar la brecha de financiación con OpenAI, Anthropic y otros competidores en el sector de moda.
Los fondos se utilizarían “para comercializar los primeros productos de xAI, construir infraestructura avanzada y acelerar la investigación y el desarrollo de tecnologías futuras”, dijo la compañía en un comunicado.
Musk, quien fundó xAI en julio, dijo en una publicación en las redes sociales que la ronda de financiación valoró a la empresa en 18.000 millones de dólares, sin incluir nuevos fondos. Entre los inversores se encontraban los pesos pesados de Silicon Valley, Andreessen Horowitz y Sequoia Capital, así como el príncipe saudí Alwaleed bin Talal.
Los inversores y las grandes empresas tecnológicas como Google, Meta y Microsoft han invertido miles de millones en empresas que desarrollan sistemas de inteligencia artificial, buscando sacar provecho de su integración en muchos aspectos de los negocios y la vida diaria. Estas inversiones también reflejan los altos costos de operar sistemas generativos de IA, que requieren enormes cantidades de potencia de procesamiento para generar texto, sonidos e imágenes.
En un informe de investigación reciente sobre los últimos avances en IA, los analistas de Deutsche Bank señalaron que “las mejoras continuas de los ya increíblemente poderosos modelos de IA generativa muestran cómo la tecnología se ha convertido rápidamente en algo en juego para los líderes de la industria”. Dijeron que los principales actores de la industria no podían “permitirse quedarse atrás en las primeras luchas antes de que se consoliden sus posiciones en el mercado”.
OpenAI, que presentó el chatbot ChatGPT a finales de 2022, casi ha triplicado su valoración durante el año pasado hasta los 80.000 millones de dólares, con alrededor de 13.000 millones de dólares de respaldo de Microsoft. Anthropic, fundada en 2021, ha recaudado alrededor de 8 mil millones de dólares, gran parte de Amazon, y ha alcanzado una valoración de alrededor de 15 mil millones de dólares. Gigantes tecnológicos como Google y Meta también han gastado mucho dinero en sus propias tecnologías de inteligencia artificial, que se están integrando rápidamente en sus líneas de productos.
(El New York Times demandó a OpenAI y Microsoft en diciembre, alegando infracción de derechos de autor sobre contenido de noticias relacionado con sistemas de inteligencia artificial).
Musk, que también dirige Tesla, SpaceX y otras empresas, fue cofundador de OpenAI en 2015, pero luego se separó de la empresa porque se desilusionó con su dirección y con la industria de la IA en general.
En marzo demandó a OpenAI y a su director ejecutivo, Sam Altman, acusándolos de violar un contrato al anteponer las ganancias y los intereses comerciales en el desarrollo de la inteligencia artificial al bien público. El mismo mes, Musk publicó el código informático en bruto detrás del chatbot de xAI, una escalada en el acalorado debate sobre si el código abierto para estos sistemas podría hacerlos más seguros o fomentar el uso indebido.
La semana pasada, durante una aparición remota en una conferencia de tecnología en París, Musk dijo que xAI “todavía tiene mucho que ponerse al día” para ser competitivo con la tecnología de OpenAI y Google. “Quizás lo tengamos hacia finales de este año”.