Probablemente, la explicación que describe la forma más elocuente del talento y la magia que Max Verstappen es capaz de hacer cada vez que posee a Alex Albon, quien ha sido grande con los holandeses durante un tiempo y en los medios, hizo que Red Bull decidiera deshacerse de Es la final de 2020. El conductor, miembro del programa de entrenamiento de la marca Red Buffalo, participó en el hoy ‘hoy financiado por el mono de Williams, donde tiene la capacidad de revitalizarse y volar hacia la brillantez. siempre en plena escudería de Grove (Gran Bretaña). Debido a la tiranía del actual campamento, Albon es uno de los miembros de la parrilla que más afinidad tiene con él. Y de esos que mejoran el confort, hasta el punto que desaparece en la pista. Al igual que le ha pasado a quealquiera de los vecinos de taller de Mad MaxEl corresponsal, nacido en Londres, pero que andaba bajo la bandera de Tailandia, acudió con toda la ilusión del mundo a Red Bull, a mediados de 2019, después de que la copa perdida de la energética decidiera promocionar al Toro Rosso. y correr con el coche de Pierre Gasly, que estaba degradado. Sucedió que la ilusión pudo ser un arma de doble hilo, que en este caso acabó en un estado de Albon: sus dos pies -siempre terceras posiciones- en un año y medios contrastan con los 15 -tres tres tres inclusive- que lleva acumulados. Verstappen. Una diferencia en la prestación que Red Bull no considera aceptable.
Superado el disgusto de su despido, se escuchó a Albon como invitado en el podcast Alto rendimiento, que brindará a todos aquellos individuos que tengan una habilidad especial en un entorno concreto, no solo en su carrera. Y, obviamente, uno de los temas más trascendentes y resonantes fue el testimonio de Verstappen. “Mucha gente dice que el coche está construido según las características de Max. Pero, en realidad, el coche es lo que es. “Lo que pasó es que tiene un estilo de conducción muy particular, que no es muy fácil de adaptar (como mi colega)”, dijo Albon. “Mi tipo de conducción es algo más suave. Como él, también estoy encantado de que el vehículo sea directo y receptivo en su parte opuesta. Como máximo, no es lo mismo, pero el nivel de reactividad que, según su gusto, está en otra dimensión, prosigue el tailandés, quien, enviado por sus interlocutores, opta por sacar un ejemplo práctico para adaptar su idioma y hacer algo más. inteligible. . “En tu computadora, si aumentas la velocidad de reacción del mapache, el cursor desaparece inmediatamente en el borde de la pantalla. El control se vuelve cada vez más complicado. Eso es lo que estoy pasando con el coche. Tú, para controlarlo, te pones cada vez más tenso. Y ahí lo que pasa es que, con eso, perdemos nuestra tierra”, argumentó Albon. “En primer lugar, pero a medida que pasa el tiempo y si un coche se acerca y es más rápido, estás obligado a correr el mayor riesgo para recuperar esta pérdida. Pierdes confió, y el margen (con él) va creciendo y creciendo”, respondió el de Williams.
En China, a finales de semana, se produce otro episodio que confirma la noticia de una de las líneas más llegadas. Me impuse el sábado, en la primera etapa del pique de este ejercicio, Verstappen habrá ganado el Polo y trajo la victoria a Domingue, en otro ejercicio de dominio indiscutible. El buen arranque de Fernando Alonso (septiembre), que se vio segundo en la segunda curva, creó un muro a la espalda del asturiano, y permitió así a los de Hasselt aprovechar otra zona de baño y masajes. Tampoco si habrá interrupciones, siempre desde las canchas hasta la ciudad de Shanghai, y si el pelotón se reabastece, pasará en peligro su plaza de victoria del curso y la número 58 de su jornada de resultados. Puede complementar a Lando Norris y Checo Pérez, mientras que Carlos Sainz ha cruzado el meta del quinto.
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