domingo, mayo 19

“La autoficción establece un conflicto entre el escenario y el público”

Diferentes personajes llevan el mismo número. No hay historia dramática si el autor se encuentra en situaciones ficticias y, de este modo, crea una creación inventada. Sergio Blanco Cada vez ofrecemos una de tus obras un protagonista que tiene su nombre pero que carga historias que no responden a una autobiográfica voluntaria. Este mecanismo de montaje, bastante borgeano, entre datos reales y episodios dramáticos que no son necesarios y sólo para la vida, el dramaturgo y director franco-uruguayo decidió seguir la tradición del género de autoficción.

Lejos de una escribiendo de ti que es toma a sí misma como referencia exclusiva y total, Blanco Una sociedad asociativa se ve envuelta como personaje en una recopilación de conflictos que parecen expresar un interés por recrear determinadas formas de tragedia. El dramaturgo evita la estrategia confesional, sus obras son artefactos que se sustentan en una realidad ensayística de la que surgen imágenes audiovisuales, música, dispositivos tecnológicos que abordan también la labor académica de Blanc en los campos de la filología y las artes científicas, como es el caso de una impronta. teórico que se combina para volverse dramático.

Cuando paso por mi tumbala tarea que Blanco presentado en el FIBA ​​​​del año 2020 ha llegado al extremo, es decir, incursiona en la ficción, contacta tu muerte en una clínica donde realizas suicidio asistido. Una banda de rock radiante con cierta euforia mientras abren una reflexión sobre Este punto de la existencia donde es elegido para morir. Los datos reales (el número de ellos) generan un nivel de implicación pública y también de irritación. El conflicto no se limita a la trama sino que se manifiesta en la estructura e involucra el campo de acogida.

“Tierra”, de Sergio Blanco. Foto: Nairi Aharonian/Prensa

Para estos días, Sergio Blanco está en Buenos Aires acompañando las funciones de Tierra en el Teatro San Martínuna obra que emerge en el plano argumentativo como el duelo por la muerte de su madre. El director y dramaturgo, nacido en Uruguay en 1971 y radicado desde su juventud en París, reflexionó sobre los procedimientos de la autoficción en esta entrevista con NO.

–La autoficción es como una forma de acción a partir de la escritura, ¿es cierto?

–La autoficción en términos literarios es lo mismo que la acción en términos teatrales. El intérprete trabaja con su cuerpo, sus emociones y su proyecto en un terreno de ficción. La persona que siempre describe el hecho a partir de ahí, lo que hace la autoficción es la prueba de esta implicación. Técnicamente, uno de los pilares de la autoficción es que autor, personaje y narrador sean el mismo.

Ficción no es necesariamente inventar porque la propia elección de palabras es crear ficción, por eso significa que la ficción está mucho más presente en nuestras vidas de lo que pensamos porque siempre estamos presentes. Ofrecen a mis alumnos el ejercicio de control que les hace pasar el día anterior en tres tiempos verbales distintos y esto les llevará a tres informes distintos. Esto también se logra con el cambio de punto de vista.

–En la escena de los cómics de Hamlet, hay una escena de la muerte del rey. Hamlet no quería que Claudio se convirtiera en mi padre, el presentador elegido que realmente tiene forma de ficción.

–Hamlet, de alguna manera, hacía una autoficción porque leía historietas para crear una obra para él que fuera La muerte de Gonzago. y por eso Hamlet va a ir a uno de estos cómics y lo hace si ya cambió dos o tres versos y va a cambiar al Alejandrino. Si bien Hamlet es pura autoficción, tiene un texto y este texto con algo de vida, cambiando de cuatro lados y diciendo que el teatro será la trampa que atraerá la conciencia del rey.

En este episodio central (para no estar en el centro mismo de la obra), estamos mostrando el poder que tiene el teatro en relación con la realidad, incluso cuando estamos en presencia de la realidad. Cuando Claudio interrumpe la primera escena que es “Luces, luces, luces”, en realidad está mirando las antorchas para que quien salga de palacio también pueda entender que el teatro está haciendo algo.

–En tus obras la mort hay un tratamiento que aborda la tragedia porque siempre tienes un lugar político. ¿Estás pensando en una tragedia contemporánea?

–Una de las cosas que tiene el héroe trágico es que no sólo se enfrenta a la muerte, sino que hay un cierto erotismo de la muerte, prefiere morir antes que la deshonra, el deshonor o la devastación. Esto es lo que le presento a Buenos Aires, Tierra, aborda la muerte desde un lugar muy distinto al del duelo. No, así es Cuando paso por mi tumba que el personaje tiene una acusación de insolencia, aquí es donde se encuentra lo mismo que decide su muerte. Aquí el personaje tiene los pies en la tierra, lo dice en un momento: “Yo antes no sabía lo que era la muerte, ahora lo sé”.

Este personaje que perdió a su madre, que lo acompañó hasta la muerte, que entró en ella, y la muerte de otro lugar, es un yo que demostró madurez y esta experiencia de la muerte que más lo conectó con la vida, que es el lindo que tienes. Tierra Esta reflexión desde otro lugar, incluso aparece el tema de los desaparecidos porque uno de los personajes busca a su padre desaparecido. Todo mi trabajo se ha desarrollado sobre la muerte desde distintas perspectivas, y Tierra de Tebas desde el parricidio, fr. La ira de Narciso. desde el asesinato, fr. bramido de Düsseldorf Imagínense la muerte de mi padre.

Esta tarea se realiza en el momento de la muerte y tenemos alternativas antes de la muerte. El primer acto finaliza con una frase que dice “Las madres no tendrían que morirse nunca” y otro personaje la desafía: “Los hijos tampoco”. Hay algo terrible en la muerte. ¿Existe la posibilidad de resistir la muerte? Tú creaste el arte, la escritura de San Agustín, que se inventó para poder dialogar con los muertos.

Un hombre puede dialogar con los muertos, un hombre puede conectarse con otro lugar, un hombre puede seguir una película con los muertos y ahí es donde se plantea este trabajo: “¿Qué hacemos por los muertos? No tuve esta preocupación hasta que murió mi madre y esta preocupación fue habitual en mí día y noche durante mucho tiempo. ¿Qué le hiciste hoy a mi madre muerta?

“Tierra”, de Sergio Blanco, se lanza al duelo por la muerte de su madre.

–La autoficción es una forma estética que también permite generar conflicto a nivel argumentativo y también genera conflicto en la relación con el espectador.

–Esta es una de las cosas que más enfatizan mis alumnos cuando enseñan dramaturgia. El territorio del conflicto ha sido destruido por las estructuras del teatro contemporáneo. El conflicto no es sólo intraescénico, excepto que tiene lugar fuera, en la película que tiene lugar en la escena con el público, en particular la autoficción que es aquella en la que el público entrará en tensión con lo que está por suceder.

Sólo hay que esperar que sea cierto o pensar en el espectador en permanente ambivalencia. Martín Cedres, teórico uruguayo, es el espectador vacilante y juega con él. En este trabajo, un personaje se pregunta si ese diario de trabajo era realmente “el diario de trabajo de la madre de Sergio que maduró”.

El principal conflicto hoy en día es el pensamiento, si es verdad y si es ficción. Este compromiso vacilante con el espectador, involucrándolo en sus pensamientos, en sus emociones, genera una especie de erotismo de la percepción. La autoficción establece un conflicto entre el escenario y la sala.

–Me interesa cuando decido que el componente político de la autoficción está entrando en el cuerpo policial: ¿tiene un gesto de exponente pero también para ofrecer la pregunta?

–Lo más político de la autoficción es que uno solo de tus cuerpos es un acto, no tanto de valentía, como de generosidad y que la política es la que está de moda en que seamos generosos con la comunidad. No es una cuestión de lo que soy de la comunidad china que podría ser en la comunidad. Ha trabajado mucho en África y en comunidades millennials, la cuestión no es tanto que vaya a la comunidad china que puede hacerlo por ti.

La autoficción tiene algo de “Vengo a ofrecer mi corazón” en un gesto político pero no hay corazón, heroísmo ni valor sin generosidad, expiación. Ver mi corazón listo para compartir mi corazón hoy es verdaderamente un acto de humildad y generosidad. Incluso la gente dice: Hablar de uno es egocentrismo pero est todo lo contrario, traigo mi yo porque es el único que sostengo para que pueda relacionar algo con el misterio de ¿qué es una comunidad?

*Tierra presentará Festejos en Domingos, a las 20.30, en el Teatro San Martín, del 24 de abril al 5 de mayo.