La gobernadora Kristi Noem de Dakota del Sur, ya criticada por matar al perro de 14 meses de su familia y se jactaba de ello, apuntó el domingo a la mascota de otra familia: Commander, el pastor alemán propenso a las mordeduras del presidente Biden.
En el programa “Face the Nation” de CBS, la señora Noem, una republicana, sugirió que Commander, a quien se le prohibió la entrada a la Casa Blanca el otoño pasado después de sangrar a varios agentes del Servicio Secreto, también podría haber tenido que ser reprimido.
“El perro de Joe Biden atacó a 24 miembros del Servicio Secreto”, le dijo a su entrevistadora, Margaret Brennan. “Entonces, ¿cuántas personas se necesitan para ser atacadas y gravemente heridas antes de tomar una decisión sobre un perro?”
El comandante fue enviado a un lugar no revelado después de que el Servicio Secreto registrara 24 episodios de mordeduras que lo involucraron entre octubre de 2022 y julio de 2023, de los cuales aproximadamente la mitad requirieron atención médica.
La opinión de Noem sobre la manera apropiada de manejarlo surgió durante la oleada de publicidad por la publicación de sus memorias, “No Going Back”, que se publicarán el martes.
El gobernador de Dakota del Sur, quien era ampliamente visto como un contendiente para el compañero de fórmula del ex presidente Donald J. Trump, escribió en el libro sobre una hembra de braco de pelo áspero llamada Cricket que esperaba usar para cazar faisanes en su rancho. Ella dijo que el perro había demostrado ser “imposible de entrenar”, “peligroso para cualquiera con quien entrara en contacto” e “inútil” como perro de caza, por lo que le disparó en un pozo de grava.
“Odiaba a ese perro”, escribió Noem.
También aludió a Commander al explicar su decisión de dispararle a Cricket: “Un perro que muerde es peligroso e impredecible (¿estás escuchando, Joe Biden?), especialmente si diriges un negocio donde la gente interactúa con tus perros”, escribe. . .
La Casa Blanca no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
En la entrevista de CBS, Noem intentó defender el asesinato de Cricket –y de una cabra que también sacrificó ese mismo día– como “una decisión que tomé hace más de 20 años” para “proteger a la gente”.
Pero en su libro, también aceptó la idea de que Cricket podría estar en un lugar mejor, o quizás peor. Al imaginarse convertirse en presidenta en 2025 y enviar al perro de Biden a conocer a su creador, Noem agregó: “Comandante, salude a Cricket de mi parte. »