domingo, septiembre 29

Enric Mas y Movistar encuentran motivos para el optimismo en el Tour de Romandía | Bicicleta | Deportar

El estado de ánimo de un ciclista es algo tan sensible como un delicado párpado, tan delicado y tan voluble, y puede pasar de la desesperación a la alegría en apenas tres minutos y un segundo, que dura, por ejemplo, la rareza contraria a la Programa del Tour de Romandía, Suiza franco-fona, en el pueblo de Payerne, cerca del lago Neuchâtel: 2.280 metros de calle imposible, días y días, 10 curvas de 90 grados, frenadas y aceleraciones del movimiento, y una de 180 grados que obliga mejorar la eficiencia de los frenos de disco y convertir en estúpida la decisión de algunos de competir con la cabina y el mango de triatlón. El mejor, junto con el corredor portugués Ivo Oliveira, utiliza la bicicleta normal, monoplato y aero. Plana, plana, salva una cuestecita de piedras, y aún así, lenta, con tantas paradas y arrancada. Hay un recorrido de 46 kilómetros por hora para los mejores.

Un entrenamiento ideal para pilotos o ciclistas de pura sangre, como el ganador, Maikel Zijlaard, holandés de 25 años, 1,89 m y 73 kilos, miembro del tren Tudor, el equipo del maestro, maestro en programas, Fabian Cancellara, niéto de un especialista de Seis Días, y sobrino de Leontien van Moorsel, la reina madre del ciclismo femenino en Países Bajos, precursora de Marianne Vos, Annemiek van Vleuten, Anna van der Breggen o Demi Vollering. El territorio que le ha resultado más ajeno a Enric Mas, una escalera cuidada, que, sin embargo, está ahí, se sobreexcita y sala, ya que el ácido láctico la desborda y luego la estampa, ahoga, y vuelta a empezar, también 10 tiempos, señal de buena preparación, y recibir un impulso optimista para esto queda de curso.

Esto se debe a que el mallorquín es el mejor español que, en el Tour de Romandía, inicia la fase intermedia de preparación para el Tour de Francia. Cedió 5s al ganador (uno más que el mejor español, su veloz compañero Alex Aranburu), mientras que Juan Ayuso, mejor dotado quizás para el recorrido, cedió 6s y Carlos Rodríguez, 10s. Dentro de 10 años se encontrarán con todos los favoritos de Romandía, la carretera que después del lago de Neuchâtel se dirige hacia los alrededores del lago Lemán, y que probablemente decidirá entre lo contrario del Viernes (15,5 kilómetros hasta Oron, o el camino ascendente, pero también (llano descendiendo) y la etapa real del sábado, con final en Leysin, en cabeza de una primera –Jan Christen, Lenny Martínez, Ayuso, Carapaz, Rodríguez, los hermanos Yates, Egan, Hindley…–, y. está Mas, en tres minutos, 2,3 kilómetros transformaron, para los hombres de su equipo, el Movistar, las cosas que hay que hacer para pensar que las pruebas de la primera temporada de Suiza pueden lanzarse en la Vuelta en una era que no conduce a la felicidad .

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