domingo, mayo 19

El Real Madrid aplasta y hasta se divierte

Él Real Madrid Debe ganar esta Euroliga porque no hay ningún equipo que se le parezca. El deporte es malévolo y el destino es cruel, pero los blancos, en el segundo duelo de cuartos de final contra los baskonia, mostró tal superioridad que es difícil imaginar un resultado diferente. El Baskonia estuvo fantástico, sin los complejos del duelo del martes, pero se sometió a un baloncesto inigualable.

Los vascos se esforzaron por asfixiar el WiZink, pero sus esfuerzos quedaron diluidos como un torrente en el mar. Ante el salvaje baloncesto madridista no les quedó más remedio que entregar las armas en el tercer cuarto. Campazzoextraordinario en puntuación, y Yabusele, amante de los focos, obligó a firmar el armisticio. La actuación blanca fue tan destacada que incluso Hezonja, con una ventaja de más de veinte puntos, se permitió el lujo de insultar tanto al árbitro que acabó siendo expulsado. Ahora la serie viaja a Vitoria, donde promete dar marcha atrás salvo sorpresa mayúscula.

Las blancas se plantan, el WiZink ruge, la afición se entrega al Real Madrid pero sólo sabe arrodillarse ante una persona, ante lo increíble Calma. Incluso el faraón Florentino PérezBaja al parqué para darle cariño al hombre del momento, el de siempre, el escolta que marcó la Undécima en Kaunas y el máximo anotador de triples de la historia de la Euroliga. Tremendo ambiente en el campo madrileño, olvidada la rutina de la victoria, desatada porque sólo faltan dos triunfos para la Final Four de Berlín.

Rogkavoúpolos Es un fenómeno, el griego de 22 años tiene una pinta tremenda, pero tavares Da miedo otra vez. Bloquea al delantero y en la siguiente jugada se niega una nueva canasta. Hace un mate con una falta extra en el otro extremo de la cancha. El caboverdiano, por momentos, se convierte en la bestia de Occidente, el terror de antaño. El africano transforma el área en zona prohibida, el Baskonia se desespera, sólo dispara de lejos, no quiere ni acercarse al aro.

Y si eso no fuera suficiente, Hezonja Enceguece a la grada con esa sonrisa pícara, la de quien sabe que, cuando quiere, es el mejor. El croata anotó un triple desde más de nueve metros, sin exagerar. Puñalada inesperada pero insuficiente porque los vascos encuentran su destino en la sencillez, sin florituras, directo al grano. Buen trabajo interrumpido por Calma, nuevo triple sobre la bocina, nuevo puñetazo en la mandíbula. El primer cuarto baja el telón. Ha sido maravilloso.

Poirier y Llull quieren ser el centro de atención, rozan la perfección, el francés aplasta y el balear se convierte en francotirador, pero entra en juego Markus Howard, partido rápido, asesino despiadado. Al Madrid le importa poco su surgimiento, incluso les motiva, abraza el espectáculo y, quizás, se exceda. Se cree tan superior, y lo es, que siempre busca librarse del aburrimiento. No necesita estudiar, busca mejorar la fórmula. Pero marinkovic Es serbio y castiga la arrogancia. El Madrid brilla en el descanso, eso sí, pero sólo gana por seis.

El Baskonia lo cree pero Campazzo14 puntos en la primera parte, sube accidentalmente a 17. Meses de pereza han llevado al argentino a redescubrir el gol en el momento adecuado, en el momento álgido de la temporada. Yabusele, tras un mate de campeonato, quiere devolver las florituras al epicentro del juego blanco, pero no es lo que necesita el Madrid. El equipo de Chus Mateo necesita equilibrar la balanza, arrollar pero sin excederse en los gestos. Mata a sangre fría, no hables más.

Esta vez funciona. El local brilla, Yabusele Ama los aplausos, un parcial salvaje liderado por el francés casi acaba con el partido. Chus Mateo pide tiempo muerto, sus alumnos se ríen, esto es una fiesta. Con el reloj ya desgastado, Tavares rompe el aro vitoriano tras dos pases majestuosos de Campazzo, que está dulce. Hasta el final sólo queda celebración en el feudo madrileño. El empate entra en el punto de no retorno.