domingo, septiembre 29

El Metropolitano vale la Champions

Él Atlético de Madrid él no quiere quedarse sin Campeones. Así quedó demostrado ayer con una victoria fundamental sobre el Atlético para alejar a su inmediato perseguidor de la cuarta plaza a seis puntos con quince en juego. De Pablo, Correa y Unai Simónen propia portería, marcó los goles rojiblancos, mientras que Nico Williamsque denunció un insulto racista que paró el partido, marcó el gol del Bilbao.

La parroquia Colchonera es una afición agradecida con quienes colaboraron para enaltecer el nombre y la leyenda del Atlético. Fernando torres, pasado y futuro del club, es ovacionado junto a sus pupilos tras haberse proclamado campeón de Liga con el filial. A continuación, un emocionante minuto de silencio por el muerte del padre del niño, seguido de cánticos de apoyo a la figura rojiblanca. Entre medias, el Metropolitano se rinde ante Raúl García, que colgará las botas a final de temporada, con una atronadora ovación. Siete temporadas, 329 partidos y siete títulos, además del legado que el jugador navarro ayudó a construir, no quedan olvidados entre sus antiguos aficionados. La previa del partido, el minuto ocho y su entrada al terreno de juego tras el gol de Lino son testigos del cariño y agradecimiento del Atlético hacia ‘Rulo’.

En medio de tanto homenaje, el Athletic es el equipo que salta al césped conectado desde el primer minuto. Ruiz de Galarreta asume el mando del partido y los suyos rodean al equipo de Simeone. Tras unos primeros minutos titubeantes, el conjunto colchonero se da cuenta de que juega en casa y reivindica el dominio del que ha hecho gala en casa durante toda la campaña. Llorente, incluso por la izquierda, es el jugador que más profundidad aporta a este equipo. Su centro es rechazado y acaba siendo controlado por De Pablo. El argentino se instala y conecta un buen disparo, que se envenena tras tocar el Ruiz De Galarreta para adelantar al Atlético.

El primer gol del conjunto madrileño ante el Bilbao en el cuarto partido que disputa esta temporada impone el conformismo entre los locales. El Athletic vuelve a tomar el mando hasta que un desafortunado episodio interrumpe el partido. Nico Williams se prepara para ejecutar un tiro de esquina, cuando avisa, presumiblemente, porque Insultos racistas desde el fondo sur. El final lo comunica a Martínez Munuera, que detiene el partido hasta que la megafonía del estadio informa a la grada de que deben abstenerse de realizar “cánticos ofensivos”. La reacción de los jugadores colchoneros, mostrando su ánimo a Nico y avisando a la grada. El público opta por silbar al futbolista agredido cada vez que este entra en contacto con el balón.

Una vez reanudado el partido, el Atlético puso de su parte para meter al conjunto vizcaíno en el partido, pero Griezmann Él directamente te lo da en bandeja. El francés devuelve el balón de forma desastrosa y el Athletic no desperdicia el regalo. Iñaki Williams combina con Guruzetaquien descubre nico ninguna marca en el segundo palo. La internacional no falla y celebra el empate señalando su brazo, su color de piel. Decidido y vengativo.

El Atlético se juega la Champions y nadie mejor que su capitán sabe la importancia del gol, tanto deportiva como económica. kokecon una pasada de escuadra y bisel, encuentra el desmarcado de Cinturón detrás de los centrales. El argentino mejora la entrega con un control de museo y, de la mano antes Unai Simónlogra el descaro necesario para recortar al portero, sentarlo y, a su antojo, volver a poner por delante a los de Simeone.

El carrusel de sustituciones revitaliza a un Athletic que avanza tus líneas y no cede la posesión, pero a diferencia de la primera parte, los colchoneros se esfuerzan en no dar facilidades a sus rivales. Bien equipado atrás y a la espera de un contraataque que acabe el partido, pasan los minutos en el Metropolitano. Hasta que llegue la tan esperada obra de teatro. la carrera de Hermoso Encuentra la profundidad de Lino por la izquierda y, tras un disparo del brasileño que rebota en el palo, golpea a Unai Simón y se cuela en la portería, aportando tranquilidad al feudo rojiblanco. Los tres puntos para casi asegurar la Champions se quedan en Madrid.