domingo, septiembre 29

El desplome de Madrid en Berlín precipita su incierto futuro

Fabien Causeur afirmó durante su entrevista con ABC previa a la Final Four que a él y a sus compañeros les gustaba llegar a la recta final de la Euroliga con el “culo apretado”. El delantero francés se refería a que el Real Madrid fue campeón hasta el pasado domingo porque, en la campaña anterior, fue el que más sufrió, sintiendo que podía ganar por el mero hecho de que el resto del planeta le dijera que no podía hacerlo. entonces. Una situación muy distinta a la vivida en Berlín, donde los blancos llegaron a la final con un favoritismo absoluto y salieron escaldados Tras una segunda mitad espantosa, el grupo que había dominado con mano de hierro la fase regular de la competición y que, ante el Panathinaikos, se hundió sin remedio, estaba casi irreconocible. Una derrota que ha afectado profundamente al vestuario y precipita el fin del grupo tal y como lo conocemos.

Primero, toca poner el bisturí en los motivos que llevaron al Madrid a perder el duelo final ante los griegos. Él bloqueo mental Lo que sufrió el equipo en la segunda parte fue la causa principal. De hecho, las estadísticas no mienten. En el primer cuarto, los españoles anotaron la friolera de 34 puntos pero, en los tres restantes, sólo sumaron 41. Costaba ver cómo un equipo con tantos recursos y creatividad se limitaba a lanzar tiros forzados desde la línea de tres puntos. mientras que el Panathinaikos firmó el ‘sorpasso’ en el marcador. En el tercer periodo ningún disparo lejano traspasó el aro, cero sobre nueve fue la media, mientras que en el último capítulo los blancos anotaron tres sobre diez, aunque poco se pudo hacer.

Su obsesión por el juego exterior se debió en parte a que Tavares y Poirier estaban muy bien rodeados por la defensa griega y con Deck lesionado, el mejor del Madrid sin balón, no había nadie que dividiera la muralla rival. Además, los dos centrales también sufrieron mucho en el otro lado del campo: el caboverdiano sumó dos faltas muy temprano y su participación en la primera parte fue nula, mientras que el francés acabó expulsado tras acumular cinco. Campazzo, que fue uno de los mejores del Madrid, también vio el resultado desde el banquillo. De hecho, cuando le preguntaron a Chus Mateo por esta situación, el madrileño expresó su disconformidad. «Estoy un poco confundido acerca del arbitraje. hoy… No me quejo, pero espero que el nivel sea un poco parejo a la hora de usar las manos.

Con el barco encallado, ahora es el momento de hablar del futuro. Desde hace meses era bien sabido que la dirección deportiva blanca iba a afrontar un verano muy complicado. Son siete los integrantes de la plantilla que acaban contrato, además de Mateo. La continuidad del técnico, salvo sorpresa, será una realidad, ya que bajo su mando el Madrid ha ganado una Euroliga, dos Supercopas de España y una Copa del Rey. Pero hay algunos de sus más ilustres discípulos que no tienen tan claro su futuro.

Eddy TavaresEl brasileño, eje central del proyecto desde hace varios años, negocia desde hace meses una prórroga que le situaría como uno de los jugadores mejor pagados del continente. El acuerdo se anunciará de forma inminente a pesar de que la temporada del africano ha sido irregular porque se valora su alto rendimiento en éxitos pasados. Aquel cuya continuidad es más complicada es Poirier, que ha hecho una temporada fantástica y, se entiende, que el francés puede optar a ser titular en un equipo de la élite europea. Su derrota será dura, ya que su tándem con Tavares ha sido espectacular, aunque el Madrid tiene un as bajo la manga. Usman Garuba, que abandonó el club blanco hace tres años para probar suerte en la NBA, podría regresar a la que fue su casa tras no encontrar un sitio al otro lado del Atlántico.

Pero, sin duda, la baja más dolorosa para la afición blanca será la de Rudy Fernández. El delantero anunció hace unos meses que esta sería su última campaña antes de retirarse y, lamentablemente, la derrota ante el Panathinaikos será su último recuerdo de la Euroliga, competición que ha ganado en tres ocasiones. El otro miembro de la vieja guardia junto a Llull, Sergio RodríguezSu continuidad tampoco está clara, el final de su carrera también está muy cerca a pesar de que fue uno de los mejores del Madrid en la final. Causeur, tras siete años en el club, es otro de los candidatos a marcharse.

Y finalmente, hay Mario Hezonja. El futuro del croata ha sido un enigma y, tras varios meses en los que se le ha vinculado con la NBA, el Panathinaikos o incluso el Barcelona, ​​ahora parece que podría continuar en el WiZink. El propio jugador aseguró que Florentino Pérez, cada vez que se cruza con él, le amenaza de forma amistosa para conseguir que renueve, aunque la incertidumbre se prolongará hasta junio. El Real Madrid tiene que afrontar una derrota durísima, un futuro incierto y, además, recuperarse incluso en un tiempo récord, ya que los partidos comienzan el miércoles. Semifinales ACB, donde espera el Barcelona. Como dijo Mateo desde el Uber Arena de Berlín, hay dos opciones: “Llorar, que haremos, o levantarnos”.