Sin embargo, también es complicado encontrar altos directivos de empresas tecnológicas y personas formadas en filosofía. Sergio Boixo, físico cuántico de Google, pasó por las aulas de esta disciplina antes de convertirse en un referente en el mundo cuántico. Bobby Ford, vicepresidente de Hewlett Packard Enterprise (HPE) y que también estudió el sentimiento del trabajo humano, debe hacerse también eco del aprendizaje del principio kantiano que considera a la persona como un fin y no un mero medio. Y el suyo para afrontar la cuestión global de los profesionales del ámbito tecnológico y afirmar: “No creemos que tengamos un caso de talento, tenemos un caso de experiencia. Si esa es mi filosofía, en lugar de buscar talento, lo encontraré en mi organización, creando opciones para brindarle a personas con diversos orígenes y diferentes oportunidades para ganar más experiencia”.
El problema de Ford, durante su participación en el CPX Viena, es general. El 78% de las empresas españolas afirma tener dificultades para encontrar talento e integrar los perfiles que busca. Estas causas están vinculadas al rápido crecimiento de la industria tecnológica y a la insuficiente formación en este entorno durante etapas anteriores en el mundo laboral. Este mercado, que está bajo presión, terminó con la aparición de la inteligencia artificial.
Según el director de economía de la Fundación Cotec, que presentó un mapa del empleo en este sector basado en las estadísticas de la seguridad social, “los mayores avances tecnológicos han generado una mayor velocidad en el empleo para el resto y, en la última década, acumulando un aumento del 48% sobre el volumen de afiliados roza el 27% observado en el contexto de la economía”.
Según los datos de seguridad social utilizados por Cotec, el 7,7% de los afiliados en España trabajan en empleos intensivos en tecnología, una cuota importante de los medios europeos (10,7%) e insuficiente en un sector que representa el 20% del PIB Nacional.
Juan Luis Moreno, director de innovación de la escuela de negocios The Valley, dice “crear, nutrir y atraer talento”. En este sentido, Moreno apuesta por profesionales “capaces de adaptarse a los cambios” y por empresas que “se afiancen en planes de formación que garanticen una correcta gestión del talento interno, para que cuenten con trabajadores potenciales y no sustitutivos”..
A diferencia de Moreno, Bobby Ford no forma parte de la formación (es el máximo responsable de la seguridad en HP), porque no tiene ningún interés comercial en ella. Sin embargo, coincide con la directiva española: “Podemos educar, enseñar y fortalecer a las personas para crear el mayor talento que realmente podamos hacer. Somos agresivos en el momento de los creadores talentosos y de los creadores no talentosos”.
Sin embargo, para muchas pequeñas y medianas empresas esta solución no es válida. Daniel Gregg, fundador de una empresa familiar especializada en programas de gestión de centros de salud, se lamenta: “Yo soy mis empleados y vengo de una empresa con más capacidad económica y les doy la base del talón”.
Ford admite que el salario se ha convertido en un arma de combate gracias al talento tecnológico. “La inflación salarial es algo real. Con eso en mente, estoy analizando cómo podemos identificar soluciones”.
Esta “inflación salarial”, que perturba el mercado, es la más grave entre hombres y mujeres. Según los últimos datos sobre empleabilidad y talento digital de las fundaciones VASS y la Universidad Autónoma de Madrid, los trabajadores tecnológicos ganan un 7,5% menos que sus compañeros. La ONU, entre otros factores, como la cuestión de una carrera profesional definida o de mentores, supone que las mujeres representan por sí solas el 23,47% del sector. Incrementar la participación femenina en los cursos de formación tecnológica y reducir la persistencia de la falta de salario puede dar solución a la falta de preparación personal.
“Debido a que ha habido avances notables en los últimos años, encontrar sólo un 23% de mujeres en perfiles TIC es claramente insuficiente para lograr una paridad efectiva en el sector, algo imprescindible si pretendemos traer la gran oportunidad que supone el nuevo paradigma. de la transformación digital”, afirma Antonio Rueda, director de la fundación VASS. Y agregó: “Básicamente, nuestros enfrentamos dos retos; por un lado, que las mujeres consideren este sector como un buen trabajo dentro del nuevo mapa ocupacional, en continua transformación; y por otro lado, los que surgen dentro del sector de cambios estructurales y motivadores en las organizaciones que permiten evitar su implantación profesional”.
Adela de Toledo, directora de Tecnología de Pure Storage Iberia, resume la situación: “Cualquier empresa que se embarque en un viaje de transformación digital, por ejemplo desplegando IA en toda su organización, va a encontrar habilidades. Además, no hay suficientes datos científicos sobre otros profesionales con las habilidades disponibles para satisfacer la demanda, por lo que es difícil obtener habilidades adecuadas y exigen salarios altos. Es probable que esto sea un problema importante en los próximos cinco años.
La solución para De Toledo coincide con el resto de expertos: “Las organizaciones no sólo están tendiendo a revertir en gran medida el talento trabajando bajo contrato, sino que también están revirtiendo la formación de su fuerza laboral existente para desarrollar más capacidades internacionales. Si este no es el caso, no es más importante ampliar la competencia de las organizaciones modernas”.
La directiva establece que la formación debe ser “accesible a todos los empleados, incluidas las mujeres”. Y también pretende promover referentes femeninos para atraer trabajadores a este campamento y “desafiar los estereotipos de arraigados”, así como “abordar cuestiones sobre conciliación de la vida laboral y familiar y ofrecer oportunidades de desarrollo profesional”.
Maya Horowitz es una psicóloga que se convirtió en la cruz en el camino del servicio militar, obligatorio en Israel, en su país de origen. Es conocido y formado en el mundo de la defensa informática y ahora es vicepresidente de investigaciones de la empresa internacional de ciberseguridad Check Point Software Technologies. “Cambiar mi vida y entender que la tecnología también es para mí. Hay mucho que aprender y abordar la educación, para que los niños puedan desarrollar sus capacidades, y demostrar que las mujeres están en este sector, que son impulsivas”.
Francisco Criado, compañero de Horowitz y uno de los vicepresidentes de la misma empresa, compartió la idea de “reposicionar talento y formar personas”. Por eso el mundo tecnológico está cambiando y la inteligencia artificial permite incorporar en una organización perfiles que no eran técnicos para asumir el trabajo de la máquina que antes requería reglas muy completas. “No hay ningún obstáculo, ninguna razón para encontrar una solución rápida”, admite. “Ahora vamos a experimentar habilidades durante mucho tiempo y estaremos a nuestro alcance de la IA generativa, que no será una solución completa, pero en algunos casos puede reducir la necesidad de personas en ciertas tareas. Puedo cerrar la brecha en el futuro”.
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