domingo, septiembre 29

Atalanta 3 – BAyer Leverkusen 0: Un hat-trick de Lookman corona al Atalanta y deprime al Leverkusen

La final soñada por cualquier futbolista la vivió Ademola Lookman, delantero nigeriano del Atalanta que anotó un enorme hat-trick para darle a su equipo el primer título europeo de su historia. Los italianos causaron un gran lío en el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, que perdió su primer partido de la temporada y también la oportunidad de celebrar un triplete al final de la temporada. Los alemanes llegaban como favoritos, pero eligieron el peor día para demostrar lo contrario de todas las virtudes que han demostrado esta temporada.

No fue una final de clubes estelares, pero sí atractiva porque puso en liza a dos de los equipos más atractivos del continente. Afición ávida de protagonistas, ‘forasteros’ ávidos de días de gloria. Ya se había contado casi todo sobre el Leverkusen, sus hazañas y sus registros (51 partidos invictos hasta el momento). Pero también vale la pena analizar la temporada del Atalanta. Subcampeón de Copa, clasificado para la próxima edición de la Liga de Campeones y ahora coronado por primera vez en Europa… Un título fantástico para un equipo que no ha parado de crecer en los ocho años que lleva Gian Piero Gasperini al mando. Ya es una leyenda de la Dea. Y habrá que ver si ese es su límite.

  • Atalanta
    Musso; Zappacosta (Hateboer, min.84), Djimsiti, Hien, Kolasinac (Scalvini, min.46), Ruggeri (Tolói, min.90+1); Koopmeiners, Ederson; Desde Ketelaere (Pasalic, min.57), Lookman y Scamacca (El Bilal, min.84).
  • Bayer Leverkusen
    Kovar; Stanisic (Boniface, min.46), Tah, Tapsoba, Hincapié; Frimpong (Tella, min.81), Xhaka, Palacios (Andrich, min.68), Grimaldo (Hlozek, min.68); Wirtz (Schick, min.81) y Adli.
  • Objetivos
    1-0, min.12: Lookman. 2-0, min.26: Lookman. 3-0, min.76: Lookman.
  • Árbitro
    István Kovács (RUM). Amonestó a Djimsiti (min.22), Scamacca (min.35), Zappacosta (min.60) y Koopmeiners (min.70) por el Atalanta, y a Wirtz (min.35), Tapsoba (min.67) y Andrich ( min.73) en el Bayer Leverkusen.
  • Estadio
    Estadio Aviva de Dublín, 47.135 espectadores.

Para la final, el veterano técnico canoso preparó una receta volcánica y pegajosa, con once guerreros convertidos en lapas para los rivales. Se esperaba, pero aun así sorprendió al Leverkusen. Iluminado durante todo el recorrido por una luz incandescente, el equipo de Xabi se encontró de repente en la oscuridad. Xhaka no pudo dar un pase, Palacios ni lo intentó y Wirtz… La estrella de este Leverkusen sufrió en tierra de nadie sin oler un balón. Qué decir de Grimaldo y Adli, referentes ofensivos en el planteamiento de Xabi. Todo un desastre.

Por otro lado, todo se resumió en mucha presión, esfuerzo y mucho orgullo. No hubo balón que se le escapara a Zappacosta, Ederson o Koopmeiners, los líderes en el centro del campo. Siempre atento al corte, para sacar provecho de cualquier robo. Así llegó el primer gol, con un balón dividido por el lado derecho que se convirtió en un centro al área que aprovechó Lookman, anticipándose a un lento Palacios, para batir a Kovar.

El gol hizo justicia a un comienzo arrollador. Pero Atalanta no se quedó ahí. Continuó con su ruido, insistiendo con un plan que funcionó igual de bien que el día que ganaron al Liverpool en Anfield. Y el Leverkusen seguía sin tener respuesta. A la media hora llegó el segundo de Lookman, con un disparo que se estrelló en el poste desde el borde del área. Un golazo que puso contra las cuerdas al Bayer.

En el banquillo alemán, Xabi no ocultó su estrés. Miles de ideas parecían pasar por su cabeza. Y las dudas sobrevolaron el estadio: ¿Hasta cuándo podrán los italianos mantener ese ritmo endiablado? ¿Se desmoronarían en la segunda mitad? La vuelta se ha convertido en una costumbre, no muy saludable, para este equipo del Leverkusen. Pero estar dos goles abajo en el descanso de una final parecía forzar demasiado la suerte.

En su paso por el vestuario, Xabi abandonó su idea inicial de jugar sin delantero centro y dio entrada a Boniface. Pero si quería ganar primero la partida tenía que hacer aparecer a Wirtz, cosa que no ocurrió. El anunciado colapso del Atalanta tampoco se produjo, a pesar de que el equipo de Bérgamo entregó gustosamente el balón en la reanudación. Seguía sintiéndose cómodo, firme en la presión, ahora en bloque bajo, y sin conceder ocasiones al rival. A la espera de algún contraataque que acabara acabando con el partido. Apenas hubo uno, pero Lookman, bicicleta, recorte y disparo cruzado, no necesitó más para firmar el triplete.

Con la victoria, Gasperini se convirtió en el técnico de mayor edad en ganar este título, superando a Mendilibar, que lo logró el año pasado. Y el futuro campeón de la Liga de Campeones, ya sea Dortmund o Real Madrid, ya sabe que le espera una visita al dentista, como definió Guardiola los duelos contra este equipo, cuando se enfrente a ellos en la Supercopa de Europa.